IMPRIMIR
Y LLEVAR A CLASE NO REALIZAR LAS ACTIVIDADES
Los
vértigos argumentales son procedimientos que desvían la atención en un
razonamiento, conduciendo la mirada hacia otro punto. La palabra vértigo refiere a la pérdida del
equilibrio que se da en la armonía lógica que corresponde a un razonamiento,
permitiendo una fuerza en los juicios que no existe. Un vértigo argumental
distrae del centro y dificulta la presentación de contraargumentos de un examen
tranquilo sobre las premisas o sobre la conclusión que se presenta. La apalabra
del contrario provocan un vértigo en la mente que marea y turba la capacidad de
respuesta.
Los vértigos argumentales surgen de
actitudes o conductas guiadas por varias tentaciones, como poseer la certeza y
considerar equivocado al otro antes de que hable. O de la ignorancia, pues se
argumenta desde conceptos o premisas equivocadas, pero que impide a la persona
captar su error. Otras veces surgen de la arrogancia y otras de la incapacidad.
El que ha estudiado se suele sentir inmune a la duda y quien cree no poder
saber nada se encoge de hombros antes los argumentos.
Quienes
usan los vértigos argumentales buscan poner barreras al razonamiento sólido,
para proteger sus argumentos de otros. ¿Es buena práctica? Pues es buena
practica desde quien los usa, porque refuerza su propósito, pero son malos
desde la perspectiva de la honradez, porque se apoyan en falsedades.
SI
alguien te pone una barrera deshonesta durante una argumentación, coloca
obstáculos para que no descubras la verdad. Y todos debemos estar dispuestos al
hallazgo de la conclusión correcta, solo que el promotor de los vértigos
argumentales no quiere que se examinen sus razonamientos. El derecho a la
verdad, sin embargo, aprueba tu exigencia de pedir la posibilidad de examinar
los argumentos, de clarificar si alguna premisa o conector son incorrectos.
Tu mejor arma contra quien esconde su
felicidad es el argumento bien construido, claro y coherente, para eliminar las
cortinas de humo que levanta el vértigo argumental.
Los
siguientes razonamientos son vértigos argumentales:
· Un
político es acusado de haberse apropiado de un dinero que no le corresponde y
cuando le piden pruebas para defenderse, responde: “Es un complot para quitarme
prestigio”.
· Una
mujer presenta una firma falsa del médico para justificar su ausencia en el
trabajo y, cuando le piden que consiga la firma del mismo médico, responde que
ha muerto y ya no puede firmar.
Es normal
que cada uno intervenga en una argumentación desde el punto de vista, por lo
que la base esta siempre en sobreentendidos. Pero un punto de vista suele
apoyarse en premisas vagas y en presuposiciones, apoyos insuficientes para
fijar la verdad de una conclusión. Esta posición personal tiende a cerrarse, a
considerarse segura, y olvida lo esencial, llegando a obsesionarse por lo
secundario. Esta inclinación natural conduce a un vértigo argumental, a
evitar que se examine a fondo el propio argumento, como sucede a quien dice:
“Yo siempre lo he creído así y tengo derecho a creerlo también ahora”.
Los
siguientes procedimientos son indicios de la existencia de un vértigo argumenta
en el razonamiento de una persona.
· Prolongar
la discusión en una dirección preferida e ignorar otros argumentos.
· Reafirmar
los datos básicos en la dirección ya tomada, sin admitir cuestionamientos sobre
ellos.
· Inmunizarse
a los ataques contrarios durante la discusión, sin admitir verdades
obvias.
Tovar, G.R.(2014). Vértigos
Argumentales. Lógica. ESFINGE. México. Págs. 131 y 132.
Con base
en la lectura anterior realizar las siguientes actividades:
1.- Leer
el texto y subrayar las ideas principales con marcatextos.
2.-
Elaborar un cuestionario de 15 preguntas
con respuesta en su libreta.
3.-
Anotar los ejemplos por separado en su libreta.