Bajar e
imprimir la siguiente lectura con sus actividades y llevarla a clase, no
pegar en su libreta, ni resolverla.
De manera
individual leer el siguiente texto, subrayar las ideas principales
y después llenar el cuadro que aparece al final de la lectura como
se indica en su libreta:
Tema:
Identificación de premisas, marcadores y conclusión en un argumento.
Las personas argumentamos para respaldar nuestras opiniones, como el decir Yo
estuve allí; quien está en el lugar sabe lo que ocurrió; por tanto, debes
creerme que yo estuve allí, o para cimentar, un proyecto: Los negocios junto al
mercado venden más; la paletería está cerca del mercado; luego esta paletería
venderá más. Todo parecería muy normal en las argumentaciones donde solo se
unen juicios. Pero, al sacar una conclusión, hay riesgos que no se perciben a
primera vista.
Un primer paso para argumentar bien es tener claros los enunciados o
proposiciones, pues son las unidades utilizadas por la lógica para formar
argumentos. Y un argumento es el conjunto de dos o más juicios que, al
relacionarse, dan soporte para llevar una nueva proposición, la cual se convierte
en conclusión.
Observa que todo argumento se compone de dos primeras proposiciones llamadas
premisas y la proposición tercera se denomina conclusión.
Un argumento no es más que un razonamiento. Una persona proporciona un
razonamiento cuando apoya cierta afirmación (o cierta negación) que hace en
determinados “datos” o “puntos de partida”. Estos se pueden formular (es el
caso más sencillo) en oraciones del discurso informativo, también llamados
enunciados, oraciones que pueden ser verdaderas o falsas. Estos enunciados de
partida son precisamente lo que llamamos premisas del razonamiento o argumento,
y el enunciado que se pretende apoyar con las premisas es lo que denominamos
conclusión.
Podemos presentar un argumento con el siguiente esquema:
Premisa 1
Premisa 2
conclusión
Veamos un
ejemplo de argumento:
Ivan
Lendl, el jugador de tenis, es checoslovaco
Todos los
checoslovacos son europeos.
Así que
Iván Lendl es europeo
Puesto en
forma esquemática este argumento quedaría así:
Premisa
1: Ivan Lendl, el jugador de tenis
Premisa 2: Todos los checoslovacos son europeos
conclusión: Así que Iván Lendl es europeo
No
siempre aparecen los argumentos de manera tan explícita. Por varios motivos –
por ejemplo, exigencias literarias- los argumentos se presentan a veces de una
forma más difícil de reconocer.
Para que puedas determinar si hay un argumento en un fragmento de discurso
dado, es importante sobre todo que descubras cual es el enunciado que se
presenta como conclusión. Una vez que tengas la conclusión, te será más fácil
determinar las razones que se aportan en toda la argumentación para poder
mantener lo que se afirma en la conclusión, llegando a determinar así las
premisas.
La premisa.
El proceder del pensamiento puedes compararlo con un edificio: tiene sus cimientos,
su estructura y su acabado.
Es claro que una casa sin fundamento se hundirá poco a poco, sin estructura se
agrietara y sin puertas o ventanas no llega a casa, quedando en unos muros con
un techo donde el frio, los ladrones o el viento entran sin dificultad. Del
mismo modo, un argumento posee argumentos esenciales que no deben de faltar. El
primero es la premisa.
Una premisa es la base de un argumento. Si todo argumento tiene como finalidad
llegar a una conclusión, su primer escalón es la premisa donde inicia. Cuando
razonas a tus amigos que tus tenis son nuevos porque Los he comprado hace dos
horas, tu afirmación se basa en que tus tenis han sido comprados en los últimos
ciento veinte minutos. Habrá discusión por las opiniones diferentes que surjan,
pero nadie puede rechazar que son nuevos.
Toda premisa se expresa en una frase, la cual se compone de un sujeto, un verbo
y un predicado. En la expresión Mis tenis los compre hace dos horas, los tenis
son el sujeto o el protagonista de tu juicio; comprar es el verbo o copula; y
hace dos horas es el predicado o lo que se dice el sujeto.
En ocasiones las premisas, no se dicen si no que se encuentran implícitas o
suprimidas en la expresión, por lo que es muy útil descubrirlas, sobre todo
cuando las personas con quien conversamos no la dice y es un juicio
falso. Por ejemplo, alguien dice Leer libros es aburrido, aunque no
expresa la premisa Los libros carecen de imágenes ni la otra premisa Es
aburrido no ver imágenes. Esta segunda premisa es falsa, porque la falta de
imágenes se suple en la lectura con la fantasía personal. La conclusión Leer
libros es aburrido es falsa, Porque una premisa también lo es.
Los marcadores.
Un razonamiento también se llama raciocinio o silogismo, donde las premisas
enlazan dos enunciados con un tercero y la conclusión expresa precisamente la
relación entre las dos premisas iniciales. Tanto en las premisas como en la
conclusión, existe un marcador o expresión que manifiesta el punto de arranque
de una premisa o la deducción a la que llega la conclusión. Ejemplo:
-Marcadores de premisas: puesto que, ya que, teniendo en cuenta que.
-Marcadores de conclusiones: en consecuencia, por tanto.
Se denomina razonamiento a la operación discursiva por medio de la cual
obtenemos un conocimiento nuevo, inferido, partiendo de otro conocimiento.
En todo razonamiento es necesario diferenciar:
-El conocimiento inicial, expresando en las premisas o en la premisa.
-El conocimiento fundamentador, expresado en la regla del razonamiento.
-El conocimiento inferido, expresado en la consecuencia o conclusión.
Tenemos el razonamiento siguiente
A es
igual a B
B es
igual a C
Luego A
es igual a C
En este
razonamiento las premisas son los juicios ‘A es igual a B’ y ‘B
es igual a C’; la regla del razonamiento consiste en el principio de que
“si dos objetos son iguales a un tercero en algún aspecto son iguales entre sí
en la tocante en dicho aspecto”; La conclusión es “El juicio A es igual a
C”.
La
conclusión de todo razonamiento nos proporciona un conocimiento nuevo en
relación con el que se expresa en las premisas. La novedad de conocimiento
inferido tiene distinto carácter en diferentes especies de razonamientos. En
ciertos casos, dicha novedad estriba en que, de objetos definidos en una de las
premisas únicamente mediante propiedades generales, pasamos en la conclusión a
objetos definidos por propiedades especiales, individuales. En otros, consiste
en pasar de objetos definidos por las premisas mediante propiedades
individuales, especiales, a objetos definidos en la conclusión por medio de
propiedades generales.
En un
tercer grupo de razonamientos, la novedad del conocimiento radica en que, la
conclusión, se asigna a los objetos propiedades conocidas gracias a las
premisas del razonamiento.
Las
grasas se disuelven en el agua.
El aceite
es una grasa.
Luego, el
aceite se disuelve en el agua.
La
novedad de conocimiento inferido consiste en que dos objetos definidos solo con
propiedades generales (grasas) en una de las premisas, hemos pasado a un objeto
definido mediante propiedades especiales (aceite) en la conclusión.
La
conclusión
En matemáticas
es relativamente sencillo comprender que la suma de uno más uno concluye en
dos. El uso de los números facilita la percepción de esta operación. En lógica
el proceso es similar; se suman dos premisas y se obtiene una conclusión. Sin
embargo, dado que se utilizan palabras y no números, la conexión no se ve tan
directamente, al menos en algunos casos, como en el argumento en el cual una
premisa está implícita. No obstante, la fuerza y seguridad de la
conclusión en la lógica tienen igual firmeza. ¿En qué se basa esta solides? En
la inferencia.
Cuando
argumentas efectúas una actividad mental denominada inferencia.
Para comprendes su papel en el argumento, basta mencionar la capacidad de la
mente con el objetivo de conectar dos conceptos, como serían teléfono y
números, y así aterrizar en la unión que se expresa “El teléfono tiene
números”, o “El teléfono se marca con números”. Observa que la mente expresa la
relación.
Entre el
teléfono y los números con el uso de los marcadores lingüísticos, que son “tiene”
y “se marca con”. Para que argumentes un punto de vista en público de manera
precisa, coherente y creativa, identifica la conclusión, las premisas y el
marcador en el siguiente argumento.
Muchas
veces un argumento no se expresa estrictamente con un marcador, ya que el
contexto aclarará la dirección desde las premisas hasta la conclusión. Un
ejemplo lo tienes cuando dices “comí”, que deja implícito el verbo “yo” y el
predicado “comida”, que se completaría en el enunciado, un tanto redundante,
“Yo comí comida”.
Lo que
distingue a un argumento de una mera yuxtaposición de proposiciones o conceptos
es la inferencia que lo une, desembocando en un resultado nuevo. Si digo Lupe
es bella, Las jóvenes bellas lucen en todos los lugares, por lo que Lupe luce
también en el negocio, Estoy argumentando válidamente. La
conclusión Lupe luce también en el negocio es una inferencia
obtenida de las premisas Lupe es bella y las jóvenes bellas lucen en
todos los lugares. El paso de las premisas hacia la conclusión, es
decir, la conexión lógica entre premisas y conclusión, es la inferencia sobre
la que se apoya todo argumento.
Tovar,
G.R. (2014).El argumento. Lógica. Ed. Esfinge. México 2014. Págs. 26-31.
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El argumento y sus elementos
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¿Qué debo de investigar?
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ARGUMENTO
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PREMISA
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MARCADORES
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CONCLUSION
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Definición
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¿Cómo se compone?
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Características
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Tres ejemplos
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